sábado, 4 de junho de 2011

Evangelio Según San Juan ( Cap 11 - 15 ) Iglesia de Dios




Muerte de Lázaro
Capitulo 11
1 ¶ Estaba enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana.
2  (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos).
3  Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús: -Señor, el que amas está enfermo.
4  Jesús, al oírlo, dijo: -Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
5  Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6  Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
7  Luego, después de esto, dijo a los discípulos: -Vamos de nuevo a Judea.
8  Le dijeron los discípulos: -Rabí, hace poco los judíos intentaban apedrearte, ??y otra vez vas allá?
9  Respondió Jesús: -??No tiene el día doce horas? El que anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
10  pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
11  Dicho esto, agregó: -Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.
12  Dijeron entonces sus discípulos: -Señor, si duerme, sanará.
13  Jesús decía esto de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
14  Entonces Jesús les dijo claramente: -Lázaro ha muerto,
15  y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a él.
16  Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: -Vamos también nosotros, para que muramos con él.
Jesús, la resurrección  y la vida
17 ¶ Llegó, pues, Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
18  Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios,
19  y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
20  Entonces Marta, cuando oyó que Jesús llegaba, salió a encontrarlo, pero María se quedó en casa.
21  Marta dijo a Jesús: -Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22  Pero también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
23  Jesús le dijo: -Tu hermano resucitará.
24  Marta le dijo: -Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.
25  Le dijo Jesús: -Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
26  Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ??Crees esto?
27  Le dijo: -Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
28  Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: -El Maestro está aquí, y te llama.
29  Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y fue a él.
30  Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta lo había encontrado.
31  Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: -Va al sepulcro, a llorar allí.
32  María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verlo, se postró a sus pies, diciéndole: -Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
33 ¶ Jesús entonces, al verla llorando y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
34  y preguntó: -??Dónde lo pusisteis? Le dijeron: -Señor, ven y ve.
35  Jesús lloró.
36  Dijeron entonces los judíos: -Mirad cuánto lo amaba!
37  Y algunos de ellos dijeron: -??No podía este, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?
Resurrección de Lázaro
38  Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva y tenía una piedra puesta encima.
39  Dijo Jesús: -Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: -Señor, hiede ya, porque lleva cuatro días.
40  Jesús le dijo: -??No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?
41  Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: -Padre, gracias te doy por haberme oído.
42  Yo sé que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
43  Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: -Lázaro, ven fuera!
44  Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: -Desatadlo y dejadlo ir.
45 ¶ Entonces muchos de los judíos que habían ido para acompañar a María y vieron lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
46  Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.
47  Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el Concilio, y dijeron: -??Qué haremos?, pues este hombre hace muchas señales.
48  Si lo dejamos así, todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.
49  Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: -Vosotros no sabéis nada,
50  ni os dais cuenta de que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
51  Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
52  y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
53  Así que desde aquel día acordaron matarlo.
54  Por eso, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y se quedó allí con sus discípulos.
55  Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos subieron de aquella región a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse.
56  Buscaban a Jesús y se preguntaban unos a otros en el Templo: -??Qué os parece? ??No vendrá a la fiesta?
57  Los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno se enteraba de dónde estaba, informara de ello, para prenderlo.

Jesús es ungido en Betania
Capitulo 12
1 ¶ Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto y a quien había resucitado de los muertos.
2  Y le hicieron allí una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3  Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4  Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar:
5  -??Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres?
6  Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
7  Entonces Jesús dijo: -Déjala, para el día de mi sepultura ha guardado esto.
8  A los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
9  Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y fueron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
10  Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
11  porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
12 ¶ El siguiente día, grandes multitudes que habían ido a la fiesta, al oir que Jesús llegaba a Jerusalén,
13  tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo, y clamaban: -Hosana! Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
14  Halló Jesús un asnillo y montó sobre él, como está escrito:
15  “No temas, hija de Sión; tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna”.
16  Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
17  Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de los muertos.
18  Por lo cual también había salido la gente a recibirlo, porque había oído que él había hecho esta señal.
19  Pero los fariseos dijeron entre sí: -Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
20 ¶ Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
21  Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: -Señor, queremos ver a Jesús.
22  Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
23  Jesús les respondió diciendo: -Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea glorificado.
24  De cierto, de cierto os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto.
25  El que ama su vida, la perderá; y el que odia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
26  Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
27 ¶ ”Ahora está turbada mi alma, ??y qué diré? ??Padre, sálvame de esta hora? Pero para esto he llegado a esta hora.
28  Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: “Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”.
29  Y la multitud que estaba allí y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: -Un ángel le ha hablado.
30  Respondió Jesús y dijo: -No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
31  Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
32  Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
33  Esto decía dando a entender de qué muerte iba a morir.
34  Le respondió la gente: -Nosotros hemos oído que, según la Ley, el Cristo permanece para siempre. ??Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del hombre sea levantado? ??Quién es este Hijo del hombre?
35  Entonces Jesús les dijo: -Aún por un poco de tiempo la luz está entre vosotros; andad entretanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas, porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va.
36  Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Habiendo dicho Jesús esto, se fue y se ocultó de ellos.
37 ¶ Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él,
38  para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: “Señor, ??quién ha creído a nuestro anuncio? ??Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?”.
39  Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
40  “Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan, y yo los sane”.
41  Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
42 ¶ A pesar de eso, muchos, incluso de los gobernantes, creyeron en él, pero no lo confesaban por temor a los fariseos, para no ser expulsados de la sinagoga,
43  porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
44 ¶ Jesús clamó y dijo: “El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
45  y el que me ve, ve al que me envió.
46  Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
47  Al que oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
48  El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará en el día final.
49  Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar.

50  Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”.
Jesús lava los pies de sus discípulos
Capitulo 13
1 ¶ Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
2  Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote hijo de Simón que lo entregara,
3  sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios y a Dios iba,
4  se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó.
5  Luego puso agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido.
6  Cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo: -Señor, ??tú me lavarás los pies?
7  Respondió Jesús y le dijo: -Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después.
8  Pedro le dijo: -No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: -Si no te lavo, no tendrás parte conmigo.
9  Le dijo Simón Pedro: -Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
10  Jesús le dijo: -El que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
11  Él sabía quién lo iba a entregar; por eso dijo: “No estáis limpios todos”.
12  Así que, después que les lavó los pies, tomó su manto, volvió a la mesa y les dijo: -??Sabéis lo que os he hecho?
13  Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
14  Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros,
15  porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
16  De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió.
17  Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis.
18 ¶ ”No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido. Pero debe cumplirse la Escritura: “El que come pan conmigo alzó el pie contra mí”.
19  Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
20  De cierto, de cierto os digo: El que reciba al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
21  Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu y declaró: -De cierto, de cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar.
22  Entonces los discípulos se miraron unos a otros, dudando de quién hablaba.
23  Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.
24  A este, pues, hizo señas Simón Pedro para que preguntara quién era aquel de quien hablaba.
25  Él entonces, recostándose sobre el pecho de Jesús, le preguntó: -Señor, ??quién es?
26  Respondió Jesús: -A quien yo le dé el pan mojado, ese es. Y, mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.
27  Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: -Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
28  Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.
29  Algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: “Compra lo que necesitamos para la fiesta”; o que diera algo a los pobres.
30  Cuando él tomó el bocado, salió en seguida. Era ya de noche.
31 ¶ Entonces, cuando salió, dijo Jesús: -Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.
32  Si Dios es glorificado en él, Dios también lo glorificará en sí mismo, y en seguida lo glorificará.
33  Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis, pero, como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.
34  Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
35  En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.
36 ¶ Le dijo Simón Pedro: -Señor, ??a dónde vas? Jesús le respondió: -A donde voy, no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después.
37  Le dijo Pedro: -Señor, ??por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida daré por ti!
38  Jesús le respondió: -??Tu vida darás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces.

Jesus, el camino al Padre
Capitulo 14
1 ¶ ”No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3  Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis.
4 ¶ Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
5  Le dijo Tomás: -Señor, no sabemos a dónde vas; ??cómo, pues, podemos saber el camino?
6  Jesús le dijo: -Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
7  Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.
8  Felipe le dijo: -Señor, muéstranos el Padre y nos basta.
9  Jesús le dijo: -??Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; ??cómo, pues, dices tú: “Muéstranos el Padre”?
10  ??No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre, que vive en mí, él hace las obras.
11  Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 ¶ ”De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
13  Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14  Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré.
La promesa del Espiritu Santo
15 ¶ ”Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16  Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.
18 ¶ ”No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.
19  Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
20  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.
21  El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
22  Le dijo Judas (no el Iscariote): -Señor, ??cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
23  Respondió Jesús y le dijo: -El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él.
24  El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25 ¶ ”Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
26  Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27  ”La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
28 ¶ Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo.
29  Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que, cuando suceda, creáis.
30  No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo y él nada tiene en mí.
31  Pero para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. ”Levantaos, vámonos de aquí!
Jesús, la vid verdadera
Capitulo 15
1 ¶ ”Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
2  Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3  Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4  Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5  ”Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
6  El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, los echan en el fuego y arden.
7  Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.
8  En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.
9 ¶ Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10  Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

11  ”Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo.
12  ”Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
13  Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14  Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
15  Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer.
16  No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
17  Esto os mando: Que os améis unos a otros.
18 ¶ ”Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.
19  Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia.
20  Acordaos de la palabra que yo os he dicho: “El siervo no es mayor que su señor”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
21  Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
22  ”Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
23  El que me odia a mí, también a mi Padre odia.
24  Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto, y me han odiado a mí y a mi Padre.
25  Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: “Sin causa me odian”.
26 ¶ ”Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
27  Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.
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